martes, 31 de octubre de 2017

LABERINTOS


El pensamiento español tradicional que no hacía ascos a los orígenes de nadie y admitía en su seno, por ejemplo, al catalán Jaime Balmes, a quien está dedicada hoy una de las calles más largas de Barcelona , ha sido siempre antijudío. Decir antisemita es un error conceptual porque hay más pueblos considerados semitas aparte de los judíos. Era antijudío sin vergüenza ninguna. Los judíos eran los deicidas, los que  habían condenado a muerte injustamente a Jesucristo Nuestro Señor y debían pagar su culpa eternamente, lo que se deducía de los escritos de San Pablo y de otros Padres de la Iglesia que los comentaron. Su expulsión por parte de los Reyes Católicos era una consecuencia lógica que nadie podía poner en juicio, como tampoco la exigencia de la “limpieza de sangre”, el deber de demostrar que se estaba limpio de sangre judía para poder acceder a un cargo público. Como siempre ocurre, algún rabino podía llegar a obispo de Burgos pero, como sabemos, las normas siempre son más rígidas por abajo que por arriba.
Así que el antijudaísmo era la tónica y cuando se pudo hablar propiamente de un pensamiento de derechas en España, este fue clara y lógicamente antijudío.
Curiosamente, cuando Franco llegó al poder se instaló una cierta ambigüedad. Se toleraba una ración de contenido antijudío, siempre y cuando no se pasara de la raya. Franco era el gran amigo de los pueblos árabes (y ahí está el regalo del templo de Debod que hoy luce en Madrid muy cerca del Palacio Real), pero Franco a su vez mantenía una cierta aureola de amigo de los judíos[1]. Aquí no se pueden desligar hechos como la actuación de Ángel Sanz Briz, encargado de negocios de la embajada española en Budapest, que salvó a más de cinco mil judíos húngaros en un momento en que los nazis habían hecho una prioridad del exterminio de los judíos húngaros. Si bien es cierto que no hay pruebas de que actuara impulsado por el régimen al que servía, jamás sufrió ninguna sanción. En ese sentido Franco siempre fue muy hábil jugando con dos o tres barajas...
Murió Franco y llegó Suárez, que por llevar la contraria hacia el orden internacional vigente mantenía una corriente de simpatía hacia los palestinos, en especial hacia la OLP y su jefe Yaser Arafat. Hubo que esperar al gobierno de Felipe González para que España reconociera a Israel, se dice que por los buenos oficios de los hermanos Múgica, Enrique y Fernando (alias Pototo), sionistas convencidos por ser hijos de madre judía.
Pese al reconocimiento, pasaron unos años de atonía porque la opinión pública española era mayoritariamente propalestina. Y aquí caben tres opciones: se puede entender que era antisemita, antisionista o una mezcla de las dos cosas. Antisemita es quien se opone a los judíos por ser judíos (como he escrito, denominación errónea lingüísticamente hablando), antisionista es quien se opone al imperialismo judío, es decir, quien se opone a que traspase las fronteras decretadas por la ONU cuando dio vía libre a la creación de Israel o incluso a su propia existencia como país. En ese sentido España era una anormalidad europea, pues el apoyo a Israel en el resto de Europa era bastante mayor, lo que conllevó que la propaganda sionista se volcase sobre España para tratar de corregir el error estadístico.


Se acercaron a los más vociferantes y cualquiera puede imaginar la forma de condicionar su opinión. En el bando español reclutaron a lumbreras como Federico Jiménez Losantos o Jon Juaristi, (que resultó tan convencido que incluso se convirtió al judaísmo) y en el lado catalán a gente no menos brillante como Pilar Rahola o Joan B. Culla. Hay que reconocer que la obra de estos y otros taladros vociferantes rindió sus frutos. Las derechas catalanas y españolas se hicieron sionistas con gran alegría para purgar su anterior antijudaísmo[2].
Había quien abroncaba a Serrat porque su Mediterráneo iba de Algeciras a Estambul sin bañar tierras israelíes[3].
Hoy escuchaba en Catalunya Informació que mientras Palestina desea que haya “una España fuerte y unida”, Israel no se había pronunciado en ningún sentido.
Por supuesto, en la lógica catalanista significa “palestinos malos”, “israelíes, resistentes de momento a la presión española”.
Me gustaría saber qué opinan Jiménez Losantos, Juaristi y el resto de la docena...






[1] En mi infancia se decía que los judíos decían misas por Franco. En este caso hay que entender israelíes en lugar de judíos (hay judíos que están en contra del establecimiento en Palestina, de hecho lo ven como un signo del inminente fin de los tiempos) y algún ritual propio en lugar de la misa, pues los judíos no celebran tal ritual que implica de hecho una transubstanciación en la que no creen... En cualquier caso el mensaje es claro, Franco no era antipático a los israelíes.
[2] La derecha vasca era sionista desde siempre. Si se habla del “exilio español”, ellos siempre han hablado de la “diáspora vasca”.
[3] No me lo invento aunque lo parezca.




lunes, 30 de octubre de 2017

A CADA CUAL, LO SUYO


Últimamente he criticado mucho a los anarcoides. La verdad es que me parece que están absolutamente a la deriva, intentando agarrarse a cualquier cosa que sobresalga de la superficie sin distinguir si se trata de un peñasco firmemente anclado en el fondo o el lomo de una ballena.
Lo que he leído sobre el asunto catalán y alguna otra cosa anterior (como sus pronunciamientos sobre los asesinatos de Las Ramblas y Cambrils) me ha hecho verles como una especie de ala izquierda de Podemos.
De entre todas, la que más me ha dolido ha sido la deriva de la CNT, organización en la que llegué a militar durante un larguísimo trimestre[1]. No voy a repetirme, ya he señalado con detalle las que considero torpezas del bloque anarcoide que, por una vez y sin que sirva de precedente, le ha dado por actuar unido, precisamente en ocasión tan lamentable[2]...
Una cosa sí que hay que decir en favor de la CNT, es una organización confederal que realmente respeta la esencia del federalismo. Formada por agrupación de sindicatos, lo cierto es que mientras cada sindicato respete los principios mínimos básicos, es libre de adoptar una u otra postura sobre cualquier asunto. Así, mientras la CNT vizcaína se ha adherido alguna vez a la manifestación pro presos de ETA, la alavesa decidía que no. Aquí suena raro, acostumbrados como estamos a que todas las organizaciones que se reclaman federales lo sean solo de boquilla, pero en ese sentido la CNT lo es. También es cierto que en los últimos años se han dedicado a desfederar sindicatos que se apartaban un poco demasiado de la línea oficial, pero después de esa fiebre parece que las aguas han vuelto a su cauce...
La cuestión es que después de leer muchos papeles que consideraban el proceso famoso como punto menos que el inicio de la revolución o diluían culpas entre ambos nacionalismos para quedar en tierra de nadie[3], he encontrado un texto firmado por un sindicato de CNT que suscribo plenamente, de principio a fin[4]. No sé si este sindicato es talibán o reformista, si está amenazado de desfederación, si son pocos o muchos ni hasta qué punto refleja el sentir de los cenetistas, pero sí que puedo decir que refleja el mío de manera magistral.
No creo en los enlaces, basta acudir a las páginas de Wikipedia para ver que muchos de los incorporados ya no funcionan. Así que os copio el texto íntegro con el deseo de que lo disfrutéis tanto como yo, aunque la idea anarquista os deje indiferentes...

Sobre el escenario ante el proceso de independencia de Catalunya
“El nacionalismo de los de arriba sirve a los de arriba. El nacionalismo de los de abajo sirve también a los de arriba. El nacionalismo, cuando los pobres lo llevan dentro, no mejora: es un absurdo total.”
Bertolt Brecht.
Este escrito tiene la intención de aportar elementos para un debate sobre este tema señalando posiciones éticas, principios políticos del movimiento libertario, historia lejana y hechos recientes que nos ayuden a abordar una situación en que, sincera y humildemente, pensamos que los árboles no nos dejan ver el bosque.
Empezar por las ideas parece lógico. El internacionalismo rubricado en nuestros principios se ha caracterizado siempre por negar las limitaciones físicas que los discursos nacionales (con Estado o sin él) ponían a la geografía. Declaraciones de Reclús, de Anselmo Lorenzo y otros lo señalan[1] De hecho, en los antecedentes de nuestra organización encontramos a la Alianza Internacional de la Democracia Socialista de Bakunin fundada en 1868 con estas bases de doctrina política:
·         La supresión de los Estados nacionales y la formación en su lugar de federaciones constituidas por libres asociaciones agrícolas e industriales.
·         La abolición de las clases sociales y de la herencia.
·         La igualdad de sexos.
·         La organización de los obreros al margen de los partidos políticos.
En general es contradictorio hacer convivir expresiones como estas con la formulación política del “derecho de autodeterminación de los pueblos”, y se hace confundiendo al pueblo trabajador con el conjunto de personas a las que se atribuye identidad cultural (sean trabajadores o explotadores), y “autodeterminación” como una suerte de “autogestión política” sin explicar su significado real y sobre quién y de qué forma se ha pretendido históricamente aplicar ese derecho.
No está de más que se fijen los significados de las palabras que se están utilizando.
– Pueblo:
Del lat. popŭlus.
3. m. Conjunto de personas de un lugar, región o país. 
– Patria:
1. f. Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos.
– Nación:
Del lat. natio, -ōnis 'lugar de nacimiento', 'pueblo, tribu'.
1. f. Conjunto de los habitantes de un país regido por el mismo Gobierno.
3. f. Conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común.
Autodeterminación: De auto- y determinación.
1. f. Decisión de los ciudadanos de un territorio determinado sobre su futuro estatuto político.
El anarcosindicalismo, como aplicación práctica que toma los principios del anarquismo, no se sostiene sobre la tradición ni sobre la reivindicación cultural común como medio de agrupar a los seres humanos. A diferencia de otras ideas políticas, está fundamentado en los derechos universales de la persona, la libertad absoluta individual, y solo en segundo orden y como proyección de la misma, los derechos colectivos.
Por ello reivindica el internacionalismo como superación de los Estados-Nación, como defensa del cosmopolitismo formulado ya en la Grecia clásica y no como la caricatura que han querido hacer de ello redefiniéndolo absurdamente como “colaboración entre naciones”.
La utilización del “pueblo” en el contexto de la crisis desatada por la convocatoria del referéndum de Cataluña hace referencia inequívocamente a todas las personas que viven en Cataluña a las que se les supone una vinculación a la cultura autóctona convenida, y por tanto no diferencia entre clases sociales ni entre gobernantes y gobernados.
En el caso de la “autodeterminación” hay que entender que incluso no siendo una formulación política del anarquismo o del anarcosindicalismo hay contextos donde se ha utilizado el término por la condición de práctica esclavitud y por tanto lesión de derechos fundamentales de los habitantes de un lugar concreto a diferencia de la consideración de que han gozado en las metrópolis (desde Eliseo Reclús se condena el colonialismo).
Los habitantes de Guinea Ecuatorial no tenían los mismos derechos que los españoles, ni los indios que los británicos, por lo que lesionado un derecho individual como es la igualdad se ha podido llegar a hablar de autodeterminación como medio de superar la injusticia y la explotación del grupo. Otra cosa distinta es, sin ningún tipo de vergüenza, simular en una región una falta de derechos comparándose con los ejemplos anteriores.[2]
Toda la retórica nacional ha estado constantemente calificando de agravio, derecho o libertad, según convenga, aquellos comportamientos que ellos mismos ejecutan o defienden en su propio territorio respecto a regiones interiores. Los defensores de la autodeterminación, en este caso los independentistas catalanes, jamás concederán ese derecho al Valle de Arán (aunque le den un estatuto particular como el Estado español concede a Cataluña) ni reconocerán el centralismo de Barcelona, así como los castellanos incluyen León en sus planes independentistas, y estos a su vez al Bierzo, a pesar de que los bercianos mayoritariamente no se consideran leoneses. A nadie se le escapa que detrás de la pantalla de la reivindicación de derechos y libertades modernas habitan visiones históricas procedentes del feudalismo que de vez en cuando se ponen encima de la mesa.
Analicemos ahora algunas afirmaciones que se están haciendo continuamente desde el discurso independentista, empezando por la “imposición del Estado español”.
¿Tienen menos o distintos derechos, gravosos comparativamente, los ciudadanos de Cataluña a los restantes?
¿Se ha impuesto la Constitución y el resto de la legislación española a Cataluña, incluido el Jefe del Estado?
No se puede contestar afirmativamente a ninguna de las dos preguntas. A la primera, porque es evidente que toda la legislación que el aparato estatal aplica a sus ciudadanos no hace distinciones en ninguna parte del territorio. Si acaso existen concesiones, en materia fiscal por ejemplo, como sabemos. Y desde luego, en lo que nos afecta como trabajadores (es conveniente no perder la perspectiva), no se puede afirmar que los trabajadores catalanes sufran ningún agravio con respecto a otros. Lo que sí hemos visto estos días es una manifestación gigantesca en Linares por el azote que el desempleo ejerce en ese lugar como en ninguno del país.
Con la segunda pregunta más gente dudaría porque los discursos falsos que el independentismo repite insaciablemente han sembrado la duda, no vaya a ser que nos cuelguen el sanbenito de “españolistas” en la eterna dicotomía falaz.
Para ser honestos no podemos olvidar que en la propia redacción de la Constitución Española ratificada en 1978 participa un miembro de CiU, Miquel Roca, nieto de un dirigente carlista, galardonado entre otras cosas con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica y que ha llegado a defender a la Infanta de Borbón en los juzgados, una vez que la justicia española la hizo sentarse en el banquillo. Fue secretario general adjunto de CDC de 1974 a 1979, partido al que ha pertenecido hasta 2016, en que defendió al candidato de Unió, partido que fundó su padre.
Y, ¿cuál fue la reacción de los catalanes a la votación de la Constitución aquel 6 de diciembre? Pues con una participación entre el 67% y el 74% (según la provincia) más del 90% de los catalanes votaron a favor del texto. Se pueden decir muchas cosas, pero desde luego son tan responsables o más de que se estén aplicando hoy en día sus artículos que los ciudadanos de Valladolid, que lo aprobaron con un 83% de síes[3]. Y hay que recordar que es el texto donde se da legitimidad al Borbón como Jefe del Estado habiendo jurado hacía poco los Principios del Movimiento franquista. Es también tragicómico ver las críticas que hacen hoy al “régimen del 78” los miembros del PC que votaron a favor de todo aquél montaje desde las Cortes o desde la mesa de los Pactos de la Moncloa, donde también participó CiU.
Desde esto (si se quiere tomar como un principio) hasta hace cuatro días, quienes tienen las riendas del “procés” han sido el sostén de los sucesivos gobiernos felipistas y aznaristas aportando sus votos generosamente en el Congreso de los Diputados para aplicarnos a todos los súbditos de este Reino las sucesivas reformas laborales, los sucesivos recortes de libertades, los sucesivos programas de ajuste presupuestario en materia social.[4]
¿El independentismo históricamente es de izquierdas? ¿La independencia de Cataluña es un movimiento de izquierdas? ¿Lo son sus dirigentes y por ello tiene sentido esperar que un nuevo escenario independiente sea distinto, mejor?
Cualquiera que haya buceado mínimamente en la historia del último siglo sabe que no. Por no hablar de la patronal catalana más derechista, a la que no gusta hacer referencia porque no dudaba en acudir a las fuerzas policiales centralistas cuando las huelgas se le iban de las manos, vamos a hablar de una fuerza como ERC.
ERC, partido que hoy sube en las encuestas como la espuma, ha sido históricamente una amalgama de sectores que no podían estar más enfrentados. Pero incluso Jacinto Toryho, director del Solidaridad Obrera de 1936 a 1938, afirmaba que la Lliga Regionalista y ERC “en lo social no eran fracciones diferentes, sino dos expresiones reaccionarias a las que solamente separaba un matiz partidista electorero”.
El cemento nacionalista obra milagros como mantener en el mismo partido a gente como Companys y a la de otro partido más pequeño llamado Estat Catalá. Uno de sus dirigentes y fundador de ERC, Josep Dencás, visitó personalmente a Mussolini en Italia y fue el responsable de la creación de milicias paramilitares que no dudó en utilizar contra la CNT. Influido por las ideas racistas de Pere Martir Rossell i Villar, se autodefinía como “nacionalsocialista”. Como consejero de gobernación mantuvo a su lado a los hermanos Badia. Miquel Badia, como Jefe Superior de la Comisaría General de Orden Público, movilizó a policías y paramilitares (“Escamots”) contra la huelga de transportes de Barcelona en 1933 convocada por la CNT. Acabaron muertos por disparos de militantes de la FAI. En 1937 las fuerzas de ERC se sumaron a las del PSUC para atacar a los libertarios en Barcelona en los hechos trágicos de mayo. Hay suficiente documentación publicada para quién desee profundizar.
Esto podría ser cosa del pasado si no hubiésemos visto cómo se celebra anualmente un homenaje a los hermanos Badia[5], y como hace unos años contaron en el acto con la presencia del señor Oriol Junqueras, hoy en día Vicepresidente de la Generalitat y Presidente de ERC.
Pero no es la única sorpresa del presidente de un partido que se denomina “Esquerra”. Hace muy poco tiempo apareció en la portada del ABC[6] junto a otro grupo de serviles (ojo, Bertín Osborne, Cospedal, Borja Prado…) defendiendo ni más ni menos que la retransmisión de la misa católica dominical. No en TV3, no, en Televisión Española. Todo ello debido a las críticas que sobre ello habían realizado diputados de Podemos.
Y por si su conservadurismo no había quedado claro, la página “InfoVaticana” se hace eco de declaraciones en diversos actos públicos de este personaje donde hace “llamamientos a que haya vocaciones”[7] Es importante señalar que en intención de voto hoy en día la antigua CiU, hoy PdCat, está en caída libre, pero es ERC quién recoge los votos perdidos por aquella formación, subiendo en las encuestas espectacularmente.
No podemos olvidar tampoco que Oriol Junqueras tiene un antecesor digno de mención: Heribert Barrera, el que fuera Secretario General de ERC (1976-1987), presidente del mismo (1991-1995), presidente del Parlamento catalán (1980- 1984) y diputado del Parlamento Europeo (1991-1994). A pesar de sus opiniones sobre la inferioridad mental de los negros o el peligro que corría la cultura catalana con la invasión de los inmigrantes, fue homenajeado sin pudor, no solo por Josep Anglada, dirigente de Plataforma per Catalunya[8], sino que recibió la Medalla de Oro de la Generalitat, además de haber sido miembro del Consejo Consultivo de Omnium Cultural. Hoy esta entidad es una de las que encabeza el impulso nacionalista en Cataluña estando presidida por el empresario Jordi Cuixart.
Resulta también cuando menos curioso que uno de los tópicos utilizados por el independentismo sea acusar de franquistas a todos al sur del Ebro, mientras uno de sus alcaldes a quien hemos visto ser aplaudido hace poco en su visita al juzgado para prestar declaración por el referendum, Ferrán Bel, defendió la continuidad en 2010 del monumento franquista en su localidad, Tortosa, junto a varios de sus concejales. Su retirada se había llevado al Pleno del Ayuntamiento avalada por 2000 firmas de los vecinos que fueron aplastadas por sus votos (CiU) y los del PP.[9]
De igual modo, parece que pasa inadvertido a la memoria que los monjes de la abadía de Montserrat defendieron a sus homólogos del Valle de los Caídos (benedictinos todos) ante el intento de acabar con ese parque temático del franquismo en aplicación de la Ley de Memoria Histórica. Esos mismos monjes que lo mismo reciben en 1940 a Himmler buscando el Grial que organizan actos por la independencia desde 2014[10]. Todo muy identitario.
Y aunque cuando se atacan las políticas del Gobierno catalán los independentistas suelen escurrir el bulto señalando a CiU como responsable, es conveniente recordar que solo se han cambiado la careta, prácticamente todos siguen ahí bajo la nueva marca PdCAt con Artur Mas como presidente del partido. Como todos sabemos al frente de la Generalitat también se sitúa un convergente, Carles Puigdemont, y hemos tenido que ver respaldos sorprendentes a esta derecha catalana como el que brindó el dirigente de las CUP David Fernández abrazándose el 9N a Artur Mas, las declaraciones de este y otros miembros de CUP ante la imputación del convergente diciendo que era “uno de los suyos”, o a un “anarco”-independentista supuesto argumentando que a Pujol se le criminaliza por ser catalán porque solo ha recibido una herencia de su padre.[11] No son casos aislados o extremos de una situación social. Son ejemplos del abandono generalizado de la lucha de clases y de la conciencia de la misma, que se aparta inevitablemente para dar paso a la cuestión nacional como ya advirtieron muchos antes que nosotros.
¿Qué hay del “derecho a decidir”?
Esta formulación novedosa ha sido uno de los escudos con los que se ha llegado al punto en el que estamos. Hay que reconocer a sus creadores que son fantásticos lanzando un eslogan con el que obligadamente hay que estar de acuerdo si no eres poco menos que un esclavista, claro. Habría que situarlo a la altura de los que decidieron llamar al movimiento antiabortista “provida”, ¿quién va a ser promuerte? Nadie, quizá Millán Astray y sus locos legionarios.
Quienes enarbolan este “derecho” en el Parque de la Ciudadela como quienes se reúnen al lado de la Plaza de Neptuno nos lo recuerdan siempre que tienen oportunidad a los partidarios de la democracia directa. Por ello cuando esta gente nos aborda defendiendo el “derecho a decidir” lo primero que habría que haber preguntado es cuáles son los límites de la decisión, quién tiene ese derecho y si se dan las condiciones de libertad, seguridad e imparcialidad que cualquier consulta requiere para ser considerada como tal. Evidentemente la convocatoria y los hechos represivos que la han rodeado quedan lejos de reflejar la voluntad real de la mayoría de personas a quienes estaba dirigida.
Nadie diría que la votación del “Anschluss” fue la aplicación del “derecho a decidir” por más que se mostrase con la careta de un referéndum. Pues de igual forma, y con un resultado popular excelente por lo que hemos visto, han utilizado esa fórmula para decidir la separación de una estructura del Estado español e intentar generar a través de ella un Estado nuevo. Solo que esta vez en lugar de ejercer el miedo y la fuerza directamente sobre los votantes para forzar la decisión, se aprovecha la fuerza y la violencia del contrario en una suerte de aikido político. Tal es así que con poco más de un 40% de participación y un 38% de síes (sobre el censo) se pretende dar por bueno el resultado[12]. Si es un derecho no puede ser extinguido por mucho que terceros me impidan ejercerlo, y es kafkiano que encima lo haga la parte que lo ha puesto encima de la mesa y no sea recriminada por ello. Esto evidencia la adhesión que se ha logrado a las élites catalanas que siempre han querido decir “derecho a la independencia”, algo mucho más difícil de colocar en el mercado propagandístico.
¿Y qué hay de la represión?
Efectivamente ese es el otro escudo indestructible tras el que se parapeta el discurso independentista actual, incluso diría que también en el pasado, y lo que todo el mundo reconoce que ha generado más adeptos a la causa nacional. Lo hemos visto multiplicado exponencialmente este 1 de Octubre. Cuando hacemos crítica del Estado como elemento subyugador no lo hacemos porque sí. Esta es la reacción normal de quien en esencia es violencia. Lo curioso es que esa coerción se está ejerciendo ahora mismo con las reglas que los mismos dirigentes catalanes han aprobado para “participar” y “cambiar las cosas desde dentro”. Es indudable que una carga policial es la imagen más icónica de la violencia estatal. Sin embargo dependiendo del contexto no reaccionamos de la misma forma. No nos vamos a inmutar cuando los aficionados del Legia, o los Ultra Sur reciben los empujones y los gomazos de la Policía Nacional, sabiendo perfectamente por qué se utiliza la “herramienta”. Condenaremos sin dudarlo un instante las agresiones que Guardia Civil y Policía Nacional perpetraron el día de la consulta (las grabaciones, como siempre, son espeluznantes), las entradas en domicilios y sedes políticas sin orden judicial que se han llevado a cabo, reconociendo al mismo tiempo que no podemos empatizar con muchos de esos miembros de partidos catalanes citados a declarar a los que se aplaude, cuando “antesdeayer” han estado llamando a gritos y justificando posteriormente la represión a movimientos populares. La sobreactuación ha sido amplia, pero por poner un ejemplo podríamos referirnos a la “indignación” del señor Junqueras diciendo que “dónde se ha visto que la policía cargue contra gente desarmada con los brazos levantados”. Pues allí mismo, no hace tanto, muy cerca del asiento que su culo ocupa en el Parlament. Desde las declaraciones de Carod Rovira (ERC) contra el 15M[13], hasta las cargas de los Mossos en Plaza Catalunya el 27M, o las reacciones a la protesta ante el Parlamento catalán, que hizo salir entre otros al consejero de interior, el psicópata Felip Puig, en helicóptero, y la posterior represión judicial a los manifestantes ilustran el carácter de esta gente que ahora muestra su mueca de víctima (cuando por cierto a ellos no los han tocado, los golpes se los han llevado los de siempre). En aquél momento la calificación de “violentos” fue repetida hasta la saciedad en todos los medios, e incluso en una declaración de todos los parlamentarios, contrastando con su integridad absoluta (bueno, resultó dañada una chaqueta pintada con spray y les tiraron una piel de plátano). Y mientras oíamos los discursos se pudieron ver multitud de imágenes donde la gente era golpeada, pisoteada, pateada y detenida. Todo en el mismo día en que se rechazaban las enmiendas a la totalidad que presentaban otros partidos a los presupuestos antisociales del gobierno catalán con los votos de PP y CiU.[14]
La gestión del terrorismo, como el discurso nacionalista obran milagros como el que hemos visto últimamente con los Mossos. Tan pronto era la policía europea con más acusaciones por tortura y malos tratos como los héroes de las Ramblas o del referéndum. Tan pronto había una mujer que perdía un ojo en una manifestación o un mantero se caía por el balcón de su casa cuando entraban en ella; o un hombre se moría de repente de madrugada mientras le daban una paliza; o veíamos imágenes de las torturas en la comisaría de Les Corts, que aparecía el señor Trapero (el mismo que salía a justificar todo lo anterior) y todo el mundo confiaba de repente en su carácter democrático y su defensa de las libertades. Hasta les hemos visto “llorar por la violencia”.
Lo que está claro es que el discurso identitario se esconde detrás de la pantalla de “la represión inherente a España” olvidando que esa represión nos une a los que la sufrimos, ya sea el 1-O en Barcelona o el 22-M en Madrid (hay videos en youtube sin demasiadas diferencias), se ha ejercido en todas partes (en esto hay que reconocerles lo democráticos que son), y su aplicación se debe precisamente al cuestionamiento de la autoridad, sea la del actual Estado español con la policía nacional, la del parlamento catalán con los mossos o la del buscado Estado catalán con los mismos agentes.
¿Hay posibilidades al menos de utilizar la coyuntura para beneficio de la clase trabajadora?
No vemos de qué manera. Máxime cuando sabemos que la desorganización de los trabajadores es la norma[15], que los sindicatos convocantes son minoría si no contamos con CCOO y UGT y su larga tradición traidora, y que incluso la ANC y Omnium Cultural con un empresario “moderno” a la cabeza convoca movilizaciones[16].
Y esto atendiendo únicamente a los trabajadores catalanes, porque la dinámica de las cosas (algo por lo que siempre se han criticado desde nuestras posiciones los planteamientos nacionalistas) hace que se establezca una división entre trabajadores de un lado y del otro de la nueva frontera que se está dibujando. La aparición de banderas españolas en muchas ciudades (cuando no de pajarracos o esvásticas) y de emisiones del himno a través de las ventanas, es el efecto colateral que seguro que muchos hemos apreciado últimamente en ciudades y pueblos fuera de Cataluña, algo que no se veía habitualmente.
Podríamos hacer futuribles sobre la república catalana con el beato Oriol Junqueras de Presidente o la nueva mayoría absoluta de Rajoy para el resto, pero incluso desistiendo de hacer apuestas el panorama no parece halagüeño en ningún caso.
Lo que creemos que es de absoluta necesidad es repensar el papel que se está jugando en todo este asunto, la incoherencia que mantenemos aturdidos por la corriente mayoritaria o los discursos de los medios de masas para consumo de la “izquierda”, y centrar de manera firme nuestros esfuerzos en el desarrollo y avance de la conciencia de la clase trabajadora, que nunca ha tenido patria.
CNT Transportes de Madrid


[1] Recomendamos el trabajo titulado “Que ardan todas las patrias”.
[2] Responsable de la ANC en Madrid: “Cataluña es la última colonia española”.
[3] Resultados de la ratificación de la constitución española de 1978.
[4] Por poner un solo ejemplo podríamos hablar de la reforma laboral de 2012 aprobada con los votos de PP, CiU, UPN y Foro, y la oposición de todo el resto de parlamentarios.
[5] En el acto de este año asiste el secretario de Organización de las juventudes, Joán Solá.
[6] “Yo sí voy a misa”, decía la portada.
[7] Incluso afirma haber tenido conversaciones con Ratzinger en el Vaticano.
[8] Algo lógico por otra parte, visto lo visto. Ojo a los resultados electorales, que no hay partido con un discurso nazi explícito en el resto de España que los obtenga.
[9] El “Monumento a la Batalla del Ebro” sigue siendo el monumento franquista de mayores dimensiones de toda Cataluña.
[10] Además de este artículo, no es difícil encontrar las homilías que se están haciendo hoy sobre el tema.
[11] La Vanguardia, y Diario12, respectivamente.
[12] Cifras del referéndum en eldiario.es
[13] En este artículo hay un resumen de esto que dijo: “Los españoles tienen todo el derecho del mundo a indignarse. Pero si quieren hacerlo como españoles, mejor será que no se confundan en el mapa y se manifiesten, se indignen, meen, pinten, griten e insulten allí donde les corresponde: en su país. Al fin y al cabo, no está lejos y está bien comunicado. Ese internacionalismo progre que va de apátrida, de anacional, de cosmopolita, cuando se expresa en el marco de una nación que no está normalizada políticamente está haciendo el juego al nacionalismo dominante: el español, por supuesto. Basta, pues, de complicidades ingenuas y de hacer el bobo con esa indignación de pacotilla.” No comment.
[14] El País 15-06-2011. Se encargaron de recordar que “no se puede parar la actividad del Parlament”. En 2015 el Supremo condenaría a 8 personas a 3 años de prisión.
[15] Este artículo en Solidaridad Obrera, reconoce lo afirmado: “La otra cuestión se sitúa en el contexto actual, en el que debido a la atomización de un movimiento popular que pueda hacer de contrapeso a la burguesía catalana y un movimiento obrero prácticamente inexistente carecerían de la necesidad histórica de las fuerzas represivas del Estado Español (Guardia Civil, Ejército…) para combatir dichos movimientos, más aún ahora que disponen de un cuerpo de Mossos d’Esquadra moderno y desplegado en todo el territorio.”
[16] Jordi Cuixart, su presidente, es propietario de Aranow Packaging Machinery y fundador de la fundación privada de empresarios FemCat.

[1] De esa experiencia salí convencido de que la militancia no está hecha para mí. Coincidió con una época (otoño del 2006) que la actual CNT considera como especialmente decadente, porque en lugar de dedicarse al trabajo estrictamente sindical se dedicaban a asuntos ideológicos y culturales. Lo que son las cosas, yo les echaba en cara que se dedicaban demasiado al sindicalismo y no a aquello otro que a mí me parecía lo interesante y lo que tenía futuro...
[2] En Barcelona conviven la CGT, la CNT oficial (con sus tensiones entre sectores reformistas y talibanes), la CNT desfederada y Solidaridad Obrera, si no me dejo alguno. Eso en lo que respecta a los sindicatos, aparte hay varios “colectivos”, entre ellos alguno abiertamente anarcoindependentista como Negres Tempestes. El que más me gusta es Embat, que nació para intentar romper el círculo y penetrar más allá de los ya convencidos pero que exigía que militases en alguna organización para poderte admitir...
[3] Una consecuencia del proceso supongo que no buscada por sus autores, que han resultado unos profetas bastante malos , es que parece haber traído aparejado un fortalecimiento del nacionalismo español que, por razones históricas, siempre ha sido muy débil (frente a lo que digan los nacionalismos periféricos y la izquierda evangélica que soportamos). Otra historia es que la torpeza infinita de Marianico el Corto vaya dando munición a la catalanada cuando más necesitada está...
[4] Por si fuera poco, escrito como a mí me gusta, con abundancia de notas a pie de página...

lunes, 23 de octubre de 2017

QUERER Y PODER

El vídeo

De perdidos, al río... Sé que había hecho voto solemne de no volver a ocuparme de ellos, pero son tantas las tentaciones y mi voluntad es tan débil que acabo restregando por el fango mi palabra y lo poco que quedaba de mi honor.
Sucede que Òmnium Cultural, la asociación legalizada en 1967 y tolerada amablemente por el Franquismo[1], ha alojado un vídeo en YouTube que en apenas dos días ha superado el millón de “visualizaciones”. Se titula “Help Catalonia, Save Europe” y en él una actriz al borde de las lágrimas explica los innumerables agravios que está sufriendo Cataluña.
Se inspira claramente en un vídeo producido por el nacionalismo ucraniano hace unos años. En fin, en realidad decir que se inspira es ser amable, prácticamente es una copia plano a plano[2].
Sobre el contenido del vídeo no me voy a pronunciar. Sigo en mi opinión primera, es una guerra entre patriotas y como tal, no me importa en absoluto.
Solo que recordaba una de mis frases favoritas, “no ofende quien quiere sino quien puede”. Del mismo modo, se podría decir que no emociona quien quiere sino quien puede.

El dos de agosto de 1990 el Irak de Sadam Hussein invadió Kuwait. Estados Unidos se veía obligado a actuar porque Kuwait era uno de sus principales suministradores de petróleo, pero el problema era que la mayoría de estadounidenses no entendía por qué tenían que involucrarse en una guerra por un país cuyo nombre ni siquiera sabían escribir correctamente. Las encuestas de opinión eran desfavorables.
Entonces apareció por televisión un testimonio providencial. Una enfermera kuwaití que contaba cómo los soldados iraquíes habían entrado en su hospital, habían sacado a los bebés de las incubadoras y se las habían llevado a Irak. Los bebés, privados de la ayuda médica necesaria, habían muerto.
Y se obró el milagro. La gente vio aquella crueldad extrema y cambió de opinión. Había que escarmentar a semejantes monstruos que abandonaban a la muerte a recién nacidos sin pestañear. Y así la conocida después como Guerra del Golfo consiguió el aval popular necesario...
Después se supo que aquella escena jamás sucedió. Había sido imaginada pensando en lo que más podía conmover al espectador estadounidense. Y entonces, si uno quería asegurarse, lo que resultaba más indefenso era un bebé[3]. La enfermera resultó ser la hija del embajador de Kuwait en Estados Unidos que, por supuesto, no estaba en Kuwait en el momento de la invasión y seguramente ese día andaba de fiesta en fiesta con las otras hijas del cuerpo diplomático...
La pregunta es: ¿conseguirá la actriz lacrimógena que las potencias mundiales se impliquen para evitar el genocidio catalán en nombre de Europa?

Una curiosa guerra de cifras

Y aquí seguimos en el dilema del querer y el poder. La frase la lanzó Artur Mas y de ella se apropió Oriol Junqueras: ¡Ninguna empresa se irá de Cataluña!
Lo cierto es que las empresas se están yendo de Cataluña pero con eso no contaban, por lo tanto Junqueras se ha visto obligado a improvisar. La primera simpleza que le ha venido a la cabeza era que se iban a los Países Catalanes. La segunda era que 260.000 no se han ido.
Aquí vuelve la diferencia entre el querer y el poder. Los lectores de Paulo Coelho, Alejandro Jodorowski y la autoayuda en general, piensan que si tú deseas algo con toda tu voluntad, se te va a dar. El Universo conspirará a tu favor para que se te dé.
Pues va a ser que no. No obra quien quiere sino quien puede.
Viendo cómo avanzaba el número de empresas que abandonaban Cataluña me preguntaba cuánto tardarían en superar al número de heridos del 1 – O, que era de casi 900.
El 18 de octubre había 805, tras 105 fugas en un día. El 19 había 917, con 112 fugas. En teoría ya superaban el número de heridos. Vano intento. El día 20 el Departament de Salut publicaba las cifras definitivas: 1.066 heridos.
Para su desgracia, ese día 20 se contaban 268 empresas que cambiaban de sede.
Creo que Oriol Junqueras es medievalista, como yo. Debería conocer aquella historia del ajedrez y los granos de trigo, aquello de un grano en la primera casilla, el doble el la segunda, el doble en la tercera... si echa cálculos verá que antes de fin de año no quedará ninguna[4].





[1] Conviene recordarlo porque las memorias son muy frágiles en nuestros tiempos.
[2] Sí que es verdad que antes de hacerlo deberían haberse parado a preguntar si el original funcionó. Ucrania comenzó obteniendo un apoyo basado en la emotividad que se desinfló pronto al comprobar que el movimiento que estaba detrás era algo dudoso, por decirlo suavemente. De hecho, ya lo conté, el mayor intento de los ucranianos, que fue conseguir un acuerdo de asociación con la Unión Europea, fue vetado en referéndum por los incultos, salvajes y antidemocráticos holandeses.
[3] Un consejo por si alguien quiere copiar la idea: dado el triunfo mediático de los zoófilos, quizá sea más conveniente hoy elegir perros o gatos en lugar de bebés.
[4] Todas las citas son de Carlos Segovia en El Mundo: “El número de empresas que salen de Cataluña sube a 805 tras otras 105 fugas en un día”, (18/10/07), ”El ritmo de salidas aumenta: salen otras 112 empresas de Cataluña y la fuga llega a 917” (19/10/17) y “la salida de empresas de Cataluña se dispara y llega al record de 268 en un solo día”.