martes, 3 de octubre de 2017

ERRAR Y RECTIFICAR



El otro día escribía que Eudald Carbonell probablemente no fuera anarquista porque defendía el mantenimiento del estado como forma de transición hacia la nueva era.
Pido perdón humildemente.

Ahora que veo a la catalanada sacando pecho por su éxito huelguístico mediático[1] en esa cosa llamada “paro de país”  ya he dejado de entender algo.
Lo cierto es que están poniendo toda la carne en el asador, Catalunya Música, la emisora pública  “de música clásica” como Radio Clásica o la BBC3 , hoy está conectada con Catalunya Radio, la radio insignia del gobierno catalán. No recuerdo nada parecido en más de una década. Una de dos, o van ganando y sólo falta el esfuerzo final o el rey se aferra con todas sus fuerzas para no  mostrar su desnudez...
Porque lo mejor de todo es que esta huelga general, que no es huelga sino paro y tampoco general sino de país, la ha convocado la CGT, un sindicato anarcosindicalista[2] en el que se ha inscrito buena parte de la dirigencia de las CUP.
Siempre me he definido anarquista y aún no he cambiado. Sucede que el anarquismo ha cambiado. Ahora siente la necesidad de definirse. Si en un congreso se declaran a favor del derecho a la autodeterminación de los pueblos, en otro van y se declaran feministas y lo que haga falta, con tal de conseguir que se les una algún julay desorientado...
Me he hartado de leer bazofia anarcoide en estos días.  Sólo suscribo las palabras del viejo sabio  Miquel Amorós, aunque hubiera que buscarlas como perlas entre la basura... Hoy veo a los Mossos arropándolos amorosamente en su intento de huelga y pienso para mí, como decía Asterix en sus aventuras germanas, “Obelix, no hay que intentar comprender”.

Cuando era pequeño decíamos “de hombres es errar y de sabios rectificar”. Hoy esa frase tan sencilla de comprender es rechazable por heteropatriarcal y el anarquismo moderno se lanzará sobre ella. Seguramente habrá que reciclarla en algo parecido a “de humanas es errar y de sabias rectificar”.
Confieso que he errado en cualquier apreciación sobre el anarquismo. No sobre lo que es el anarquismo, que sobre eso me podré extender en el futuro, sino sobre lo que los portadores oficiales del nombre piensan que es. Que, estando como están a matar unos con otros, curiosamente se han puesto de acuerdo en que esta huelga es el principio de la revolución catalana/”estatal”/europea/mundial/a nivel de la Vía Láctea...
Lo mejor de todo es que la rueda sigue girando. Volverán a cobrar de parte del gobierno catalán y el día que el gobierno catalán les pida ayuda se la volverán a prestar...

Dicen que el 19 de julio de 1936 hubo una revolución en Barcelona y parece que dicen verdad. Los aguerridos anarquistas se hicieron con el poder y llamaron al antiguo President Lluis Companys para una entrevista. Companys entró cagao, pensaba que le iban a fusilar[3].
Cuando salió no daba crédito: ¡Le habían hecho presidente de la Generalitat!
Obviamente, no dudó un segundo en utilizar su poder para destruirles. Le costó diez meses.

Y ahí siguen, dando vueltas como los pollinos a la noria...








[1] La palabra clave es mediático. Si no viviera aquí hasta podría creer lo que dicen los medios. O quizá mi barrio y alrededores no sean parte del país, todo puede ser...
[2] Y a él se han añadido casi todos los restos del cubo de la basura anarcosindicalista.
[3] Motivos tenía de sobra

No hay comentarios:

Publicar un comentario