martes, 27 de febrero de 2018

EL GRAN DESPLANTE



El Gobierno “deplora” la actitud “irresponsable y sectaria” por parte de “determinados cargos institucionales”, en referencia a Ada Colau y Roger Torrent entre otros, que han anunciado su negativa a participar en el recibimiento al Rey en el Mobile World Congress (MWC). “Los desplantes institucionales, además de injustos y mezquinos, ponen en riesgo que Barcelona pueda seguir albergando en el futuro un evento global de tanta importancia”, han indicado fuentes del Ejecutivo[1].
Desde luego, no han ahorrado palabras sonoras. Particularmente me atraen algunas con claros ecos medievales como las que evocan deploraciones, sectas, albergues o la bella voz mezquino pero, pensándolo bien, ¿qué puede haber más medieval que la figura de un rey[2]?

Así que Colau y Torrent tenían previsto un sabotaje en toda regla porque según el mismo artículo, “El protocolo real exige que antes de los eventos[3] donde asiste el Rey las autoridades salgan a recibirle. Es la llamada línea de recepción”.
Un buen desplante podía revestir varias formas:
Formar en la línea y abandonarla con grandes aspavientos cuando el Borbón se aproximase, 
Esperar a su llegada y girar ciento ochenta grados para ofrecer el culo a Su Majestad,
Dejarle con la mano colgando cuando la extendiera. (Cuando yo era pequeño lo acompañábamos con un gesto evasivo de la mano y la frase “Por aquí se va a Madrid”. Este hubiera sido mi favorito).
Y añadiría dos docenas más sin esforzarme demasiado...

Y sin embargo estamos hablando de Ada Colau, la emperatriz del “amagar y no dar”, aquella a la que permanentemente se le va la fuerza por la boca. ¿Cómo encaró la situación? Pues llegando tarde. Y detrás de ella, Torrent[4]: “Colau y Torrent llegaron juntos después, cuando el Rey ya se encontraba reunido con los restantes invitados, evitando así participar en el recibimiento oficial[5]”. Para entonces Felipe VI ya había saludado “a las restantes autoridades, incluidos los ministros de comunicaciones de Pakistán y Egipto” o a la alcaldesa de L’Hospitalet[6] “antes de pasar al foyer del teatro, donde se celebró un cóctel”.
De la cena me han llamado la atención dos pequeños detalles. El primero, que comenzó a las siete y media, hora a la que en España suele comenzar la merienda[7]. El segundo, que Don Felipe acudió más solo que la una. Se ve que su señora esposa tendría algo mejor que hacer...

Y sigue el cronista: “La alcaldesa, sin embargo, saludó a Felipe VI, según testigos presenciales[8] e incluso departió con él antes de que todas las autoridades pasaran a la platea del teatro, convertida en comedor para la ocasión. Una vez allí se sentaron en la mesa presidida por el Rey, casi enfrente de él (...) Colau aplaudió el discurso del Monarca, mientras Torrent se quedó de brazos cruzados”.

En fin, no se puede ser más hiriente ni más provocador, hace bien el Gobierno en preocuparse. Sin ninguna duda, esto nos costará el congreso...


Esta mañana los congresistas alojados en el hotel donde trabajo estaban seriamente preocupados. No era para menos, la Nespresso de cortesía que se había instalado para los que tenían prisa no funcionaba.
Dejaré para otro día los comentarios al hecho de que encontrándome rodeado de alguno de los mayores expertos en tecnología que pueblan el universo mundo, haya tenido que ser yo, que soy de letras, el que ha conseguido hacerla funcionar.



[1] (Sin firma): “El Gobierno avisa: “El desplante mezquino al Rey amenaza el futuro del Mobile””. El País, 25/02/18.
[2] Aunque aparezca el mal uso de la palabra evento, que en castellano significa precisamente lo imprevisto, pero es cierto que la real y muy real academia de ilustres analfabetos lo ha incorporado a su último diccionario aunque no apareciera en los anteriores. Una vez más, una transliteración del inglés, que no traducción. Para traducirla bien es preciso saber inglés. Y castellano, claro...
[3] ¡Y dale!
[4] De Torrent no sabía nada antes de que le nombraran y no he aprendido nada después. Ya dicen que el que nada no se ahoga...
[5] Miguel González: “El Rey alerta de la posible marcha del Mobile si no hay lealtad institucional”, El País, 26/02/18. De aquí proceden el resto de citas e informaciones.
[6] No tengo a mano el callejero de Barcelona pero yo diría que técnicamente el congreso se celebra en Hospitalet.
[7] Y también en Cataluña. La palabra en catalán es berenar pero también se suele utilizar en castellano el término “merendola” cuando se trata de un acto colectivo y siempre lo he encontrado muy gracioso.
[8] Cabe preguntarse dónde estaba el periodista en ese momento. ¿Un apretón repentino?




lunes, 26 de febrero de 2018

PANGLOSSIANOS (III): ROMPER LAS CADENAS DE LA ESCLAVITUD


Ha vuelto a suceder. Andaba yo en otras cosas y he topado con un artículo de opinión que se desvía un poco de las ilusiones optimistas de Rallo, por decirlo finamente. Este era el texto explicativo de su octavo gráfico: “libertades. Es cierto que las libertades se encuentran siempre amenazadas por muy variados enemigos. En la actualidad, de hecho, las sociedades occidentales han caído en la trampa de otorgar una hiperlegitimidad moral al Estado democrático, merced a la cual este puede conculcar impunemente las libertades de cada ciudadano. Sin embargo, también es verdad que en muchos otros órdenes la libertad sigue avanzando: cada vez existe un mayor respeto jurídico hacia la diversidad étnica religiosa, ideológica o sexual[1]. Como síntoma evidente de este creciente respeto hacia las libertades individuales podemos citar el número de países con leyes que admiten la esclavitud: formalmente, la cifra es igual a cero; materialmente, por desgracia, todavía subsisten regímenes enteros que esclavizan a su población. Como sucede con Cuba o Corea del Norte (pero, en todo caso, el número de esos regímenes radicalmente liberticidas también se ha reducido de un modo muy apreciable desde el derrocamiento del Muro de Berlín)”.
Y aquí el gráfico correspondiente:


Sí, lo sé, es muy zafio. Pero si en lugar de elegir la esclavitud elige alguna de “las libertades”[2] se arriesga a que el gráfico le salga rana. Lo importante para su propósito es encabezar un párrafo con la palabra Libertades y adjuntarle un gráfico que caiga en picado. Mi intención es no volver a ocuparme de él, precisamente por lo grosero de sus argumentaciones, así que aprovecho para apuntar otra de sus trampas favoritas: cuando se ocupa del medioambiente[3] su gráfico recoge la polución en el Reino Unido entre 1970 y 2015. Por supuesto, cae en picado, como no podía ser menos. Es evidente que la pérdida escandalosa de industria en Gran Bretaña ha conllevado una caída pareja de la contaminación, del mismo modo que a la postre ha llevado al triunfo del Brexit... Pero también es evidente que otro gallo cantaría si hubiera dedicado su gráfico a China o, sin ir más lejos, a Madrid y Barcelona.
El artículo me encanta porque lo escribe José Ignacio Torreblanca, que es poco sospechoso. Fue promocionado a jefe de Opinión de El País en 2016 por el director Antonio Caño, como parte de su intención de dar un profundo giro hacia la derecha al periódico.
Dice Torreblanca que hay “Malas noticias para los demócratas. Populistas y autócratas van ganando. Y de calle. Las democracias no solo son menos solo hay 87 países en el mundo que merezcan tal nombre, esto es, el 45% sino que además llevan una década en retroceso: según la organización Freedom House, desde 2006 113 países experimentaron algún tipo de retroceso democrático mientras que solo 62 mejoraron”[4].
Y es que dan un poco de penita estos defensores del ahora, más que nada por lo truculento de sus métodos. Lo cierto es que desde la crisis las cosas van mal. Los jubilados están preocupados por sus pensiones con toda la razón porque mientras este gobierno sigue apostando por el AVE no sabe cómo pagarles, la hucha ya no da más de sí[5]. Y frente a esto solo cabe el palo, dado que no hay argumentos. La democracia se deteriora y se deteriorará por falta de fondos.

Más de lo mismo
Aprovecho aquí para insertar otra nota referente a ese luminoso futuro que nos espera, en este caso referida a la robotización porque los economistas Daron Azemoglu del MIT y Pascual Restrepo de la Universidad de Yale , han presentado un trabajo de investigación sobre la incidencia de los robots en el empleo. Lo novedoso de su estudio es que no sólo evalúa el futuro sino que analiza lo ya hecho. Por citar una de sus conclusiones, “Un robot nuevo reduce el empleo en 5,6 trabajadores y los salarios en un 0,5%”.
Y ahora cito del propio artículo que lo recoge[6]: “¿Y qué hay de ese efecto positivo que también generaría en teoría la adopción de estas máquinas? Toda esa historia de la productividad y creación de otros puestos de trabajo... pues en principio, no aparece por ninguna parte, según los autores. Da igual si se busca por sectores, por tipos de trabajo/profesiones como por niveles de salario. No está. Y esas es una de las conclusiones más llamativas del estudio.
“Curiosamente y quizá sorpresivamente, no encontramos ganancias positivas de empleo que se compensen en otras ocupaciones o grupos con otro nivel de educación” (...) Los autores no aportan ninguna explicación al respecto, simplemente se limitan a constatar este “sorprendente” dato. Tampoco hay grandes efectos positivos vía PIB: “Nuestros cálculos implican un modesto incremento del 0,13% del PIB por el incremento de un robot por cada 1.000 trabajadores””.
Está claro, nunca hemos estado mejor que ahora. Sólo estaremos mejor en el futuro. Y el que no lo acepte es un llorica.
O el que se lo crea es un imbécil.






[1] “El gobernador de Bermudas aprobó el miércoles un proyecto de ley que revoca el derecho de las parejas homosexuales a casarse en el territorio británico de ultramar, a pesar de un fallo de la Corte Suprema que autoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo el año pasado”, (Agencias): “Bermudas, el primer territorio del mundo en abolir el matrimonio homosexual”, La Vanguardia, 08/02/18. Como se suele decir, mierda para el profeta.
[2] ¿Puede trocearse la libertad en rodajitas, cual si fuera un chorizo?
[3] Con una jerga maravillosa: “A pesar de que las economías actuales no internalizan jurídicamente todas las externalidades dañinas para el entorno” (La gallina, que diría aquel...)
[4] José I. Torreblanca: “Dictaduras perfectas”, El País, 22/02/18.
[5] A día de hoy, en las líneas de alta velocidad se han invertido/derrochado cincuenta mil millones de euros. El AVE le ha costado más de 1.000 euros a cada español, lo utilice o no. En la cifra se incluyen bebés y desahuciados en camas de hospital.
[6] Rebeca Gimeno: “Robot, devuélveme mi curro”, El País, 21/02/18.

viernes, 23 de febrero de 2018

PANGLOSSIANOS (II): LA LETRA, CON SANGRE ENTRA


El mes pasado comentaba un artículo del entusiasta Juan Ramón Rallo en el que argumentaba que 2017 fue el mejor año para la Humanidad, sólo superado por el 2018[1].  No es que sienta una especial pulsión hacia una argumentación tan indigente, es sólo que he leído un artículo que me ha sorprendido y he llegado a Rallo por asociación de ideas. Sucede que el texto nuevo va sobre educación y de ella se ocupa Rallo en su séptimo gráfico con su habitual estilo tramposo.


El texto ilustrativo dice: “Séptimo: educación. La tasa de analfabetismo en el conjunto del planeta se halla en el nivel más reducido de la historia. Desde mediados del siglo XX, ha pasado de afectar a más del 60% de la población a hacerlo a apenas el 10%. Además, no solo es que cada vez más gente sepa leer y escribir: el número de años que las personas permanecen en el sistema educativo también está aumentando continuadamente, sobre todo en los países en vías de desarrollo”.
Y lo he recordado al leer otro artículo con un título rompedor: “¿Cuál es la mayor estafa del mundo? La educación”[2]. Cierto que, pese a que los integrantes de las mareas asocian sanidad y educación en un mismo lote, mi opinión personal es que la sanidad española es muy buena para los medios que tiene, mientras la educación me parece una soberana porquería. Sin buscar culpables, sólo juzgo los resultados con mi criterio absolutamente subjetivo, como es obvio.
Lo interesante en este caso es que su autor se encuentra en las antípodas de mi ideología, por eso me ha hecho gracia. Reproduzco los cuatro primeros párrafos y reconozco que son los más negativos, pero si me tomo la molestia de citar lo que reproduzco es para que quien quiera lo pueda leer entero:
Cada día, 1.500 millones de niños y jóvenes en todo el mundo acuden a edificios que se llaman escuelas o colegios. Y allí pasan largas horas en salones donde algunos adultos tratan de enseñarles a leer, a escribir, matemáticas, ciencias y más. Esto cuesta el 5% de todo lo que produce la economía mundial en un año.
Una gran parte de este dinero se pierde. Y un costo aún mayor es el tiempo que desperdician esos 1.500 millones de estudiantes que aprenden poco o nada que les vaya a ser útil para moverse eficazmente en el mundo de hoy. Los esfuerzos que hace la humanidad para educar a sus niños  y jóvenes son titánicos y sus resultados son patéticos.
En Kenia, Tanzania y Uganda, el 75% de los alumnos de tercer grado no sabe leer una frase tan sencilla como: “El perro se llama Fido”. En la India rural, el 50% de los alumnos de quinto grado no puede restar números de dos dígitos, como 46 – 17, por ejemplo. Brasil ha logrado mejorar las habilidades de los estudiantes de 15 años, pero al actual ritmo de avance les llevará 75 años alcanzar la puntuación promedio en matemáticas de los alumnos de los países ricos; en lectura, les llevará más de 260 años.
Estos y muchos otros datos igual de desalentadores están en el Informe sobre el Desarrollo Mundial del Banco Mundial. El mensaje central del informe es que escolarización no es lo mismo que aprendizaje. En otras palabras, ir al colegio o a la escuela secundaria, y hasta obtener un diploma, no quiere decir que ese estudiante haya aprendido mucho.
Fin de la cita, que diría Mariano. Su autor, Moisés Naím, fue Ministro de Fomento de Venezuela  en 1989, en el gobierno de Carlos Andrés Pérez, gran amigo de Felipe González.
En apenas una semana de ese año 276 opositores murieron a manos de la policía, según cifras oficiales. Otras fuentes hablan de 3.000 desaparecidos, son las jornadas conocidas como el Caracazo.  Líbreme el cielo de decir algo en favor de los bolivarianos pero si hubieran hecho algo parecido Chávez o Maduro habría que escuchar lo que diría la intelectualidad patria encabezada por Norberto Juan Ortiz, que es gran experto en la materia porque su última esposa es venezolana[3]...
Cierto es que Rallo se cura en salud y aunque titula su gráfico como Educación, en realidad habla de analfabetismo. Y entiendo que conoce la diferencia, para eso se ha creado el concepto de “analfabeto funcional”, que es el que nunca lee aunque sepa leer. En España, donde la tasa de analfabetismo está prácticamente en el cero, los analfabetos funcionales suman el 50%. La mitad de la población no lee. Nada. Ni siquiera mierda. No lee. No siente esa pulsión de acercarse a un texto...[4].
Por no entrar en algunos datos que ponen en cuestión las ideas de Rallo como que “En la Europa de mediados del siglo XVII había más centros escolares y alumnos que a mediados del XIX”[5].
La idea de progreso es bella y estimulante pero los de mi generación sabemos que viviremos peor que nuestros padres. Y los que saben de historia saben que la historia humana reducida a gráficas presenta un perfil de dientes de sierra. Una danza caprichosa que alterna pasitos hacia adelante y pasitos hacia atrás. Y aquellos a los que las gráficas les salen perfectas pues eso, mentirosos redomados...





[1] Y evidentemente el 2019, el 2020 ... 2030... 2050... 2090... Siguiendo su lógica, visto desde el siglo XXII el 2018 parecerá una soberana porquería, el puro subdesarrollo, y los que vivan entonces nos tendrán lástima, como muchos hoy se la tienen a los que vivieron épocas anteriores que desde mi modesto punto de vista resultan fascinantes. Como la Edad Media, por extraño que suene.
[2] Moisés Naím: “¿Cuál es la mayor estafa del mundo? La educación”, El País, 18/02/18.
[3] Si, claro, Bertín Osborne, el único intelectual que la derecha puede oponer al gran intelectual de la izquierda Jordi Évole.
[4] Y de los que leen, me abstengo de hacer clasificaciones que los fachorrillas podrían tildar de clasistas en su infinita desvergüenza. Con toda razón, por cierto...
[5] Jacques Barzun: Del amanecer a la decadencia. 500 años de vida cultural en Occidente (de 1500 a nuestros días), Taurus, (Madrid), 2001, p. 86. El libro es probablemente su obra maestra, lo que es mucho decir. Comenzó a escribirlo con 84 años y lo dio a la imprenta a los 92. La gran diferencia entre las ciencias y las letras es que los humanistas van edificando su saber a través de los años, por acumulación de lecturas y reflexiones, mientras los grandes avances científicos suelen nacer de la osadía y la intuición, cualidades asociadas a la juventud. Einstein publicó su teoría de la relatividad especial a los 25 años, la general diez años después y recibió el Premio Nóbel a los 42.

miércoles, 21 de febrero de 2018

ES LO QUE HAY...




Leía ayer  mismo una entrevista con un holandés que lleva diecisiete años viviendo en España y ha escrito un libro explicando que el país es un desastre sin paliativos[1]. Más allá de que tenga o no razón, lo que me ha hecho gracia es que su libro, aunque escrito en inglés, se titula haciendo referencia a esa frase tan española, es lo que hay...
¿Y qué es lo que hay?
Pues hoy me basta con un titular: “Cifuentes asegura que sólo tiene 3.000 € en el banco pese a cobrar mayor salario que Rajoy”[2].
Detengámonos un poco en las cifras. Cobra 90.000 euros brutos al año, casi 11.000 más que Rajoy, y “antes de alcanzar ese cargo ya ingresaba una cantidad muy similar incluso superior como delegada del Gobierno en Madrid, puesto que desempeñó desde enero de 2012 hasta que sucedió a Ignacio González al frente de la comunidad autónoma en 2015”. “6.400 euros brutos al mes (por 14 pagas) y tiene gran parte de sus gastos cotidianos pagados por el erario público. Por ejemplo, cuenta con tres chóferes, cada uno de ellos con un salario en torno a los 37.000 euros brutos al año”.
La pregunta es obvia: ¿Quién confiaría su dinero para que se lo invirtiera a alguien que le presentara semejantes resultados? Pues nadie en su sano juicio. Sin embargo, eso es lo que han hecho muchos madrileños, poner el dinero de sus impuestos, que tanto les ha costado ganar, en manos de una manirrota convicta y confesa.
He elegido este ejemplo por su obviedad, pero las lecciones a extraer van mucho más lejos de Madrid y del Partido Popular.
La otra posibilidad es que esté mintiendo en cuestiones de dinero. Su antecesora en el cargo Esperanza Aguirre acaba de declarar que no se querellará contra Granados porque no tiene dinero para abogados. Ya sabemos que la marquesa consorte es experta en el arte de mear desde lo alto y decir que llueve, pero hace muy bien porque nunca han faltado imbéciles que le rían las gracias.
No sé cuál de las dos posibilidades da más miedo[3].



[1] La verdad es que de esos diecisiete años ha pasado quince en Cataluña, así que no debe ser exactamente munición para uso de la catalanada... De hecho, confiesa haber acudido con una bandera europea a la manifestación del ocho de octubre, aquella que hizo a los independentistas encerrarse en casa bajo siete llaves.
[2]  Público, 18/02/18, sin firma.
[3] Sobre el marido de Cifuentes corría una historia difundida en medios de izquierda sobre que se hallaba en busca y captura y ella le escondía. Ignacio Escolar, el director de eldiario.es, escribió un artículo en el que mostraba que se trataba de una tergiversación basada en medias verdades. Me separan muchos mundos de Ignacio Escolar pero eso no quita para que le reconozca como una persona seria y decente. Ojalá tanta fachorrería como vive de la intoxicación permanente se le pareciera en algo pero, ya se sabe, es lo que hay...

domingo, 18 de febrero de 2018

EN PAZ Y ARMONÍA


 

El titular es llamativo: “Oleiros: la cúpula de Inditex se refugia en el feudo marxista leninista”[1]. Los dos primeros párrafos resumen bien el contenido:

“El ejecutivo más rutilante del IBEX 35. La dueña de una de las mayores fortunas del planeta. Y un constructor habitual de la lista Forbes. Todos empadronados en este pueblo, a tres kilómetros en línea recta del centro de A Coruña, gobernados por un partido marxista leninista que lleva tres décadas al frente del Ayuntamiento.
Bienvenidos a Oleiros, el municipio de mayor renta de Galicia 37.584 euros por habitante, el doble de la media de la comunidad según los datos de Hacienda , refugio de los lugartenientes del imperio Inditex, empezando por su presidente, Pablo Isla; y feudo político de Ángel García Seoane, Gelo, alcalde comunista y admirador de Fidel Castro”.

Como era de esperar, la gran mayoría de comentarios de los lectores son críticos: “Artículo impropio de un periódico progresista”, “amarillismo puro”, “Qué tufillo más raro tiene este artículo”, a lo que otro añade “Tufillo no, pestazo total”, que un último traduce al gallego “fede que apesta”. Otros alaban la gestión del alcalde y su partido recalcando, por ejemplo, que un municipio de 35.000 habitantes tenga tres auditorios[2]. Claro, hacer auditorios es fácil. En este caso basta con remodelar un cuartel desocupado, una fábrica de cervezas quebrada y lo que parece ser la casa de un indiano, pues tiene un ombú “milenario” en el patio... Lo difícil es ofrecer en ellos una programación interesante durante todo el año y lo cierto es que en la completa página del ayuntamiento no he conseguido información sobre su programación, pese a que la he buscado en apartados donde la prometían...  Por último, otros aleccionan a los utópicos sobre la realidad de ser izquierdista en el siglo XXI. Por ejemplo, uno pone como modelo de “comunista” a Teodulfo Lagunero (las comillas son suyas y creo que muy acertadas) y otro dice (transcribo tal cual escribe): “¿que pretende este articulo que el alcalde haga una comuna en el pueblo e implante el comunismo libertario? Un poco de seriedad, sabemos en que sistema vivimos y las leyes que tenemos”. Y no falta quien saca una conclusión magnífica: “El problema es que si se hace en España una política progresista automáticamente se convierte al municipio en un lugar con alta calidad de vida”, aunque la receta parece que no ha funcionado igual en Marinaleda...
En realidad el periodista se limita a confrontar hechos y guarda sus opiniones para mejor ocasión. Desde luego, existe la eterna discusión de por qué esos hechos y no otros, pero lo cierto es que no se le puede acusar de escribir mentiras. Lo que ocurre es que los datos que junta en su artículo gritan a voces una de las preguntas más incómodas de nuestro tiempo: ¿Qué es hoy ser “de izquierdas”?

¿Tiene ideología el urbanismo?
A la izquierda más valiosa del siglo XX le interesó mucho la cuestión del urbanismo, que rara vez es inocente. Sin ir más lejos, Guy Debord se ocupó de la destrucción de París en el capítulo IV de su Panegírico[3].  Porque París, como en otros muchos momentos, fue un ejemplo para el futuro. Cuando Napoleón III encargó al Barón Haussmann la remodelación de París le dejó claro uno de los objetivos: ensanchar suficientemente las calles del centro de la ciudad para que no fuera posible instalar barricadas en ellas[4]. Sin salir del distrito donde vivo, en el siglo XIX la hoy llamada calle Ferran, en el cambio de siglo la Via Laietana y en los tiempos de la Barcelona olímpica de Pasqual Maragall la Rambla del Raval, obedecían a esos mismos propósitos higiénicos.
El modelo urbanístico norteamericano es diferente al europeo por razones históricas, la más importante la inexistencia de murallas[5]. En las ciudades europeas vivir más allá de la protección de las murallas significaba exponerse a un buen montón de peligros, desde ser un objetivo fácil para cualquier enemigo hasta quedar a merced del contagio de la peste o las inundaciones. Los castillos, palacios y casas nobles se edificaban dentro de la ciudad y en altura.
 El resultado es que las ciudades europeas y estadounidenses obedecen a planteamientos prácticamente inversos. Si en la ciudad europea tradicional el centro era el lugar más codiciado desde siempre basta ver dónde están edificados los palacios e iglesias principales  , en Estados Unidos los que tienen recursos viven en los suburbios y el centro queda para los negros...
Sólo una vez derribadas las murallas por inútiles y planificados los ensanches, los ricos se van a vivir a las afueras. Primero los nuevos, que no tenían posesiones en el centro, y mucho más tarde los de toda la vida, pero sólo en el momento en que les resulta imposible mantener sus grandes casas porque precisamente el hecho de poseerlas marcaba la gran distancia entre los dos grupos.
¿Cuál es el modelo urbanístico de Oleiros?
El hábitat rural gallego es disperso por razones históricas relacionadas con la economía. Cuando la mayoría de la población vivía de la agricultura, Galicia (y en general la cornisa cantábrica) era lo que se conoce como una zona de baja presión demográfica, es decir, un territorio que podía alimentar a poca población, de ahí que sea un lugar con una larga historia de emigración. Sin embargo lo de Oleiros es excesivo hasta para Galicia. Basta consultar el callejero disponible en su página oficial para comprobarlo[6]. (Por cierto, su consulta también es interesante por otras razones. He contado un mínimo de 130 pistas de tenis, lo que dividido entre 35.000 habitantes resulta un índice considerable. Sobre las piscinas no me atrevo a dar cifras pues no están tan claramente señalizadas, pero si la mitad de las figuras regulares de color azul lo son, estaríamos en cifras escandalosas. Lo lógico sería que de aquí a poco tiempo los campeones de España de tenis y natación sean todos nacidos en Oleiros).
Las edificaciones se encuentran muy diseminadas y según la Wikipedia[7], “El transporte público de la localidad consiste en una red de autobuses tanto diurnos como nocturnos que la comunican con La Coruña y con otros ayuntamientos limítrofes. No obstante, la red de transporte público está infradimensionada para un ayuntamiento con más de 30.000 habitantes, por lo que el automóvil particular sigue siendo el medio de transporte predominante”. Ciertamente, una ciudad pensada para los coches no encaja mucho con la idea que tenía el urbanismo izquierdista tradicional[8].
El modelo de Oleiros no difiere en lo básico del de Pozuelo de Alarcón, Boadilla del Monte, Majadahonda o Las Rozas[9]. La pregunta interesante es ¿se trata de un modelo que se ha encontrado el “alcalde compañeiro Gelo” (como le definía un comentario) o, por el contrario, un modelo que él ha buscado expresamente?

El artículo apunta que lo cierto es que la clase muy alta de la zona había empezado a refugiarse en Oleiros a un paso de A Coruña, al abrigo de la ría y donde están las playas más salvajes mucho antes de que asomase por allí ningún resquicio de comunismo. El pueblo era ya un polo de atracción de fortunas cuando Amancio Ortega no era más que el propietario de una tienda de batas[10] y también “Oleiros juega un rol residencial para la burguesía del siglo XX y no hay más que ver aquellas casas modernistas preciosas. No se puede analizar el fenómeno hoy sin tener en cuenta la lucha de clases del XIX por el control del espacio, de la burguesía y la aristocracia”, apunta un urbanista que ha estudiado la evolución del pueblo y que prefiere no dar su nombre para no polemizar con el alcalde.
Casas de indianos y de veraneantes de la ciudad hay en toda la costa gallega, lo importante es saber en qué porcentaje. La Wikipedia dice que “Oleiros ha experimentado un notable crecimiento en los últimos 20 años, pasando de ser un municipio rural a un municipio residencial, donde habitan muchas de las familias con mayor poder socioeconómico de la provincia. Entre las causas que explican este auge destacan su proximidad a la ciudad de La Coruña, la política urbanística municipal, su entorno paisajístico y las buenas comunicaciones del municipio por autovía y autopista”. Así que la transformación es cosa de veinte años y la ha favorecido la política urbanística municipal... ya tenemos una pista, pues Gelo y su partido llevan treinta y dos años gobernando el municipio. Y Wikipedia ofrece otro dato que no parece casual: “El índice de autoctonía de Oleiros es el más bajo de Galicia: solo el 19’1% de los habitantes ha nacido en el municipio”. Lo que concuerda con los datos anteriores, ha llegado mucha gente en los últimos tiempos...
Atraídos por una idea que el alcalde compañeiro Gelo expone con toda crudeza cuando dice que “Toda la construcción de más de dos pisos y bajo, viene del franquismo”, el modelo ideal para atraer a los ricos, que no son muy dados a compartir su hábitat con la chusma.
Cuando los ricos encuentran a alguien tan dispuesto a reírles las gracias su ingenio multiplica los chistes, más que nada para que Gelo ría con ganas. Por ejemplo, bautizar Icaria a una urbanización donde los “chalés caros se anuncian a un millón de euros”[11].
¿Y qué dice Gelo al respecto? Al fin y al cabo no ha hecho más que cumplir su sueño... Pues nada que desentone. Que para él no son ricos, “ser rico es otra cosa, yo le llamo gente adinerada” y defiende que refugien su patrimonio en las SICAVS: “Una cosa es ser rica y otra ser tonto, ¿tú no lo harías?”
Puestos a sacar conclusiones, yo sacaría dos. Una es que la misma gente a veces es adinerada y a veces rica, sin que quede muy claro cuándo se es cada cosa. La segunda es que no hace falta ser rico para ser tonto.



Un vistazo al” rueiro”
Oleiros tiene calles dedicadas a Dolores Ibárruri (o sea, La Pasionaria) y a Enrique Líster. Quizá no sea casual, ambos eran grandes defensores de la propiedad privada en España. Líster fue el encargado de desmantelar a traición las colectividades anarquistas de Aragón con un empeño que no mostró cuando tenía enfrente a las tropas de Franco, cuando más bien se dedicaba a avanzar hacia atrás. Se jactaba públicamente de sus tretas y argumentaba que las colectivizaciones debían ser siempre voluntarias y contaba una historia maravillosa sobre los malvados anarquistas, que tenían guardados en un almacén los jamones que habían robado a los pobres campesinos y él había hecho que les devolvieran los jamones que fueran capaces de identificar como suyos (así, tal cual, como si lo hubiera leído en Tintín en el país de los soviets). Dolores remarcaba el hecho de que las colectivizaciones debían ser siempre voluntarias[12]. Sobre las colectivizaciones forzosas de Stalin, que costaron cientos de miles de muertos, no se oyó decir nada nunca a estos dos mamarrachos...
Echo una cosa en falta en el plano municipal: ¿qué tal dedicar una calle a Alejandro Lerroux?
No desentonaría ni con el nomenclátor del callejero ni con el presente de Oleiros...


[1] José Precedo: “Oleiros: la cúpula de Inditex se refugia en el feudo marxista leninista”, eldiario.es, 19/01/18. Las citas sin indicación de procedencia remiten al artículo. Un feudo es una concesión que un señor hace a un vasallo (que no un siervo) a cambio de fidelidad, un asunto tan importante como para dar nombre al feudalismo, una época que duró un milenio. En la jerga medievalista se conoce como el contrato sinalagmático clásico, donde sinalagmático significa recíproco porque sin pacto entre señor y vasallo no hay feudo que valga. El diccionario de la RAE en su última acepción da “Propiedad o bien exclusivo” pero sin indicar que posea un sentido figurado, así que parece una incorrección periodística más...
[2] 35.000 habitantes es la población censada en Teruel o Ibiza, aunque es evidente que Teruel e Ibiza no se parecen mucho en verano...
[3] Y recibió críticas por “reaccionario”, seguramente porque citaba el libro L’Assasinat de Paris del derechista Louis Chevalier. En esta época de jueces que dictan sentencias de 140 caracteres es necesario recordar una vez más que no es preciso ser gilipollas para ser de derechas. Hasta se puede ser sabio cuando uno habla de los temas que conoce, como era el caso de Chevalier, quizá la persona que haya estudiado más a fondo la historia de París.
[4] Haussmann también inauguró otra faceta del urbanismo moderno: la corrupción a gran escala.
[5] Nueva York es la gran excepción. Wall Street era la calle de la muralla, como indica su nombre.
[6] En realidad rueiro, pues la página sólo está escrita en gallego.
[7] La coincidencia exacta de frases en el artículo sobre Oleiros con otras que aparecen en artículos sobre el alcalde o su partido me da la impresión de que su redacción cuenta con la aprobación tácita del poder municipal.
[8] Una crítica a la preponderancia del automóvil puede leerse en la voz “Aberración” de la Encyclopédie des Nuisances, traducida al castellano en La sinrazón en las ciencias, los oficios y las artes, Muturreko burutazioak, Bilbao, (2000), pp. 61 68. En el mismo volumen aparece un análisis urbanístico similar al de Debord (“Abajo”, pp. 20 40) que incluye el interesante neologismo haussmanización.
[9] Pongo ejemplos madrileños. Los equivalentes barceloneses serían Sant Fruitós de Bages, Matadepera, Sant Just Desvern o Sant Cugat del Vallès, que también tiene alcaldía “roja”.
[10] Con tanto especialista en Historia Económica apuntado al INEM, ¿no habrá nadie que se dedique a investigar seriamente el origen y consolidación de la fortuna de Ortega? Sería un tema magnífico para una tesis doctoral.
[11] Si alguien no pilla el chiste puede consultar la voz “Icarianos” de la Wikipedia.
[12] En una película documental irrepetible: La vieja memoria, dirigida por Jaime Camino. Apenas enterrado Franco, Camino reunió a un número impresionante de figuras clave de ambos bandos de la República y la Guerra Civil y grabó entrevistas que hoy son un tesoro. Su punto de vista es en general neutro, se limita a confrontar los testimonios de unos y otros, pero a veces está claro que no puede más con las mentiras de alguno y lo muestra de forma sutil. Un ejemplo: Federica Montseny habla de las desavenencias que tuvo en sus encuentros con La Pasionaria y Pasionaria dice que jamás la conoció. En el siguiente fotograma aparecen las dos juntas hablando en imágenes de la época...