jueves, 15 de marzo de 2018

AQUÍ NADIE SE LIBRA


El día 8 estaba convocada una huelga de mujeres y confieso que, como entusiasta de Aristófanes, la convocatoria despertó mi atención.
Al final resultó lucida. Seis millones de huelguistas es una cifra respetable, aunque la base de cálculo no está muy clara[1], y las manifestaciones fueron concurridas y la impresión general es que tanto la  huelga como las manifestaciones fueron transversales, que es como llaman ahora a lo que antes se llamaba interclasista.
No es de extrañar, había recibido adhesiones curiosas. Según un artículo, la reina Letizia la apoyaba subrepticiamente, pues al parecer había vaciado su agenda de actos para el día 8 y “la web de la Casa Real no registra ningún acto institucional para ese día, lo que resulta un detalle muy significativo” aunque según otra fuente, “En el caso de la reina Leticia, algunos medios han publicado que hizo “huelga” el pasado 8 de marzo porque su agenda estaba vacía de contenido, pero lo cierto es que tanto el día 7 como otros días laborables de esta semana y de otras, la agenda de la reina también consta sin actividad, con lo que la interpretación de que estaba de huelga el 8 de marzo es atrevida”. Vamos, que a la Reina no le gusta trabajar y en eso y sólo en eso le alabo el gusto. Y por si no fuera suficiente, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro ha dicho que “Lo comprendo, claro. Hay que defender sus derechos. Lo haría también, lo hace también de hecho, la Santísima Virgen María” [2]. (Me encanta el lapsus. Primero habla de ella como si estuviera muerta pero luego se ve que recuerda que no sólo está viva sino que es el único ser humano que ha tenido el privilegio de no morir, pues fue transportada al Cielo en vida. Hasta El Sandalias estuvo muerto cuarenta horas[3]).
En resumen, más allá de las anécdotas, el hecho de que “comunicadoras” tan poco sospechosas de ser de izquierdas como Quintana o Griso la secundaran implica que la convocatoria había conseguido su objetivo, que no debe ser otro que desbordar los límites de la tribu y convencer a alguien que no piensa como tú para que se mueva por una reivindicación que crees justa. Es obvio que no vas a convertir a esas dos, pero al menos has logrado hacer llegar tu mensaje a su público. Después queda la ímproba tarea de darle forma comestible y ofrecerlo emplatado con una presentación atractiva, pero el primer paso ya está dado.
Hasta que llegan los aguafiestas[4].
En este caso en femenino, aquí viene una tal Paula Guerra a contarnos que, en el fondo, esta huelga es una trampa más tendida por el racismo y la xenofobia[5].
Empieza mal, llamando “Día Internacional de la Mujer” al Día de la Mujer Trabajadora, pero viendo que cita al justamente olvidado Frantz Fanon, cualquier cosa puede suceder en adelante. Y sucede. Estudiemos estos dos párrafos:
“La realidad es que en España miles de mujeres no podemos sumarnos a este paro aunque quisiéramos. Como mujeres migrantes/racializadas, subalternizadas por el racismo estructural, la convocatoria que nos hacen las feministas blancas nos parece una invitación surrealista proveniente de un mundo paralelo. Un mundo de derechos que no es el nuestro.
Nosotras somos las sin papeles. Somos las que trabajamos en el mercado informal. Somos las que no estamos en condiciones de poner en riesgo nuestros contratos basura porque, si los perdemos, nos quedaríamos nuevamente sin papeles y lo que sigue a eso es el CIE y la deportación. Somos las que no podemos delegar en nadie de nuestro entorno las labores de cuidado. Somos las que no paramos nunca porque no contamos con el privilegio de poder parar”.
Así, en primera persona del plural. Incluyéndose. Desde luego, el primer insulto a la inteligencia es ¿quién sería tan estúpida de declarar que no tiene papeles en uno de los periódicos más leídos de España? Pues nadie en su sano juicio, obviamente...
Paula Guerra se autodefine “Licenciada en Comunicación Social. Chilena de origen, madrileña por decisión. Activista de Sos Racismo Madrid y de la red de colectivos Caravana Abriendo Fronteras. Feminista y animalista”. Colaboradora habitual de eldiario.es y El País, no parece que tenga mucho en común con el colectivo al que dice pertenecer, pero eso no es obstáculo para que se despache a gusto: “Las mujeres blanco europeas están por encima de nosotras con todos sus privilegios de mujeres no racializadas. No se trata aquí de organizar una jerarquía de opresiones, sino de tomar conciencia de que los privilegios fijan el espacio que habitamos en el mundo, y eso debe llevarnos a una reflexión crítica respecto a la forma en que determinados discursos y métodos de lucha continúan subalternizando a millones de mujeres en el mundo (...) Es indispensable que se difunda y conozca el trabajo de las feministas antirracistas decoloniales gitanas/moras/negras/latinoamericanas, quienes están produciendo nuevas epistemologías y formas de hacer a partir de nuestras realidades y cosmovisiones (...) Si no somos capaces de subvertir el discurso hegemónico, todos los 8M volverá a ocurrir lo que muy bien resume Yos, compañerx de lucha antirracista: “por una blanca que pare, diez migrantes trabajarán ese día”.

Si he de juzgar por la foto que acompaña al artículo, Paula Guerra es más blanca que yo y supongo que por eso añade la coletilla de europeas[6].
Leía esto y pensaba en las europeas más blancas que el papel que se prostituyen a diario en Las Ramblas,  con las que me cruzo cuando voy a trabajar. Pensaba también en esos anuncios de pisos donde hay jovencitas chinas a tu disposición a cualquier hora del día por cantidades irrisorias. Y me podrán llamar lo que sea pero tampoco podía evitar pensar que esta autoproclamada portavoz de las mujeres “racializadas” es una racializadora de diez pares de narices, pues no considera casos de explotación femenina tan obvios, sufridos por extranjeras. Estas mujeres no están para producir epistemologías o cosmovisiones...
Es interesante leer estos discursos como lo que son. Toda esa palabrería decolonialgitanamoranegralatinoamericanaepistemológicacosmovisiva sólo quiere decir una cosa: ¡Dadnos dinero! ¡Queremos vivir de esto! No en vano, Guerra pertenece a una organización SOS Racismo famosa por provocar muchos más problemas de los que resuelve[7].
Guy Debord se cansaba de escribir que había que desconfiar de aquellos que promovían cambios que mejorarían su situación personal. Leía que Ada Colau ha aumentado un 78% las subvenciones del ayuntamiento que preside a la ONG Observatori DESC, de la que vivían ella y Pisarello antes de llegar a la alcaldía[8]. 
Más allá de las historias sobre las injerencias rusas, parece claro que fue ese discurso llorón de Hillary Clinton el que le costó la presidencia ante el botarate Trump.
Una de las consignas más celebradas de los Tupamaros uruguayos fue su “O hay patria para todos o no hay patria para nadie”, que, puesta al día, vendría a equivaler al famoso “Somos el 99%”. Cuando un puñado de vividores pretenden convencernos de que en el fondo somos todos horribles porque por muy jodidos que estemos somos unos opresores que estamos explotando a tal y cual etnia abandonada, mal vamos...
Cualquiera diría que había una lección que aprender del triunfo de Trump, pero no parece que algunos la hayan aprendido.
Sé que es zafio, pero a esa izquierda divisiva, fustigadora y llorona que no entiende que la unión hace la fuerza yo la llamo la izmierda.
Y de esa vamos sobrados...






[1] Los sindicatos minoritarios que la convocaron inicialmente pedían un paro de jornada completa pero UGT y Comisiones llamaron a paros parciales de dos horas en diversas franjas según los turnos. Que yo sepa, no se ha desglosado la cifra, de modo que no se puede saber quién paró las ocho horas y quién paró dos.
[2] M. B./Agencias: “La Virgen María y la Reina Letizia apoyan la huelga feminista (y la ministra de Igualdad, no)”, El Español, 05/03/18 y Sin firma: “El 8m conquista las revistas del corazón: esta es la nueva portada de Pronto”, eldiario.es, 11/03/18.
[3] El Cielo está más allá del tiempo y del espacio, y si no fuera así una nave espacial bien equipada podría llegar a él, pero el cuerpo de la Virgen ha de ocupar un espacio forzosamente. Esa duda teológica fue la que me llevó al ateísmo al día siguiente de recibir el sacramento de la confirmación. Siempre he pensado que el obispo se lió y me echó el hechizo al revés.
[4] Una palabra magnífica. La versión catalana tampoco está mal, traducida sería “chafaguitarras”.
[5] Paula Guerra: “Huelga del 8M, o cómo el feminismo blanco sigue dominando la narrativa de la lucha feminista”, eldiario.es, 05/03/18.
[6] Aunque en otra parte de su escrito declara “No vamos contra las feministas blancas”, sin adjetivo alguno. Cualquiera diría que tiene problemas para aceptar la imagen que le devuelve el espejo.
[7] Allí donde tiene actividad, que tampoco es en demasiados sitios. Su hipervitaminado representante en Vitoria, Fede García, es objeto masivo de desprecio. Y no sólo entre los votantes de Maroto...
[8] De 150.000 a 267.016 euros anuales. Clara Blanchar: “Barcelona dispara las subvenciones a entidades próximas a Colau”, El País, 14/03/18.

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